En esta etapa se tiene una hermosa habilidad para disfrutar las pequeñas cosas de la vida y simplemente ser felices; y si existen los problemas, siempre tienen una solución, y vivir es hermoso por el simple hecho de estar aquí.
¿Alguna vez has mirado a los ojos a un niño? ¿Qué te han transmitido? Cada mirada nos cuenta algo distinto, será una ilusión, una alegría incontenible o una mirada traviesa. Sin importar lo que veas, esos ojos te trasmiten un sentimiento puro y honesto.
Algo que a me encanta de retratar niños es la inocencia y la franqueza que su mirada proyecta. Las miradas más bonitas y más puras las encuentro en esta etapa de la vida. Donde la capacidad de amarse y aceptarse a sí mismos sin ningún prejuicio no tiene fronteras.
En la infancia vive un hermoso deseo de aprender y querer descubrir cosas nuevas.
Se alberga la capacidad de asombro, esa que parece no tener fin, que les permite escuchar una historia y sorprenderse, y mejor aún, el increíble poder para crear un montón de historias y universos llenos de magia y fantasía. De transformar una caja de cartón en un castillo o recrear una fortaleza.
Una de las cosas mas bonitas es la seguridad que tienen en ellos mismos, la alegría, la curiosidad y las ganas de descubrir el mundo, y estos son solo algunos de los sentimientos que desbordan en esas miradas de inocencia.
EN ESTA ETAPA SE TIENE UNA HERMOSA HABILIDAD PARA DISFRUTAR LAS PEQUEÑAS COSAS DE LA VIDA Y SIMPLEMENTE SER FELICES; Y SI EXISTEN LOS PROBLEMAS, SIEMPRE TIENEN UNA SOLUCIÓN, Y VIVIR ES HERMOSO POR EL SIMPLE HECHO DE ESTAR AQUÍ.
Si tienes la fortuna de poder convivir con niños, te invito a valorar este momento, a reflexionar en tu infancia y todas las cosas bonitas que en ese momento te sorprendían, a apreciar y disfrutar de estos hermosos sentimientos que solo los pequeños nos pueden transmitir con tanta naturalidad.
Aprovecha esa energía y esa manera tan bonita de ver la vida.
Los niños nos pueden ayudar a imaginar lo imposible, nos transmiten alegría y frescura, su esencia es magia pura y es por esto que hay que protegerlos y hay que amarlos. Con el tiempo, llegara el momento en el que esa inocencia se pierda de forma natural, pero mientras sea posible, protejamos y aprovechemos esa hermosa energía que sólo los niños nos transmiten.
En esta entrada quiero platicarles de lo importante que es cuidar nuestra imagen personal y como proyectar nuestra mejor versión a través de fotografías.
Este es un tema del que he estado aprendiendo y que me parece fascinante e importante conocer y aplicar en nosotros mismos desde ya pues nuestra imagen comunica todo el tiempo.
Para mí los retratos son una gran forma de expresión y una excelente manera de proyectar nuestra personalidad y nuestro carácter. Es una forma de decirle al mundo quién eres.
¿Alguna vez has visto una fotografía que destaca del resto y te deja cautivado? Una imagen poderosa que te atrae como si fuera un imán y se queda grabada en tu memoria, seguramente esa foto te ha transmitido emociones y sentimientos, te ha contado toda una historia.
Esa es una gran foto.